Galicia será la tercera comunidad autónoma, tras Cataluña y Extremadura, en reconocer el derecho de un enfermo terminal a exigir, mediante un testamento vital, que no se prolongue su vida por medios artificiales. Esta forma de documento quedará recogida en una ley, cuyo contenido ya está consensuado.
El texto de la llamada Ley de Regulación del Consentimiento Informado y Documentación de la Historia Clínica fue pactado el pasado jueves por todos los grupos del Parlamento gallego antes de ser remitido al pleno de la cámara para su aprobación final. En el proyecto del Gobierno gallego, del Partido Popular, no había referencias al testamento vital. Fue el PSOE el que presentó una enmienda para reconocer ese derecho, luego modificada por el PP y de los demás grupos.
La regulación de la futura ley gallega es muy similar a la aprobada en Cataluña y que también ha sido presentada en Extremadura. Cualquier persona mayor de edad, sana o enferma, pero en posesión de sus facultades, podrá escribir una declaración en la que ordene que, en caso de dolencia incurable, no desea que se prolongue su vida artificialmente. El documento ha ser rubricado ante notario o en presencia de tres testigos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de abril de 2001