Un aparatoso incendio que se declaró en el segundo sótano del rotativo La Vanguardia obligó ayer por la mañana a desalojar a los trabajadores y a cortar la calle de Pelai. Pese a que no tuvo consecuencias personales y sólo afectó a una zona de archivos, el fuego provocó una intensa humareda que se propagó por todo el edificio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de abril de 2001