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LA LIDIA

Fernández Pineda se rompe el brazo derecho

Antonio Fernández Pineda, que tomó ayer la alternativa, sufrió una voltereta en su primer toro tras recibirlo a porta gayola. El torero, al caer al suelo, apoyó la mano derecha en el albero con tan mala fortuna que se partió el radio.

El público no advirtió la entidad del accidente hasta que llegó la hora de matar al toro. Era ostensible que Fernández Pineda no podía ni sostener la espada. Tras entrar a matar dos veces e intentar descabellar sin fuerzas otras cinco, tuvo que ser Joselito, el director de lidia, quien acabara con el animal.

En un primer reconocimiento se le advirtió posible rotura de un hueso de la muñeca derecha, pero ya en la Clínica Sagrado Corazón, y tras una prueba radiológica, se detectó la fractura del brazo.

Lo inexplicable, una vez conocidos los hechos, es cómo pudo el torero aguantar la faena con el brazo roto. "Me costaba un mundo coger la muleta, pero había que intentarlo. No podía correr la mano y por eso me enganchaba", decía ayer el torero desde la clínica. "Cuando cogí la espada, sentí un dolor fortísimo. Estoy muy mal, ha sido una impotencia grandísima", concluyó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de abril de 2001