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OPINIÓN DEL LECTOR

Sorpresa

Alcalá de Henares, Madrid.

Soy una de las 44 psicólogas que se han presentado a la plaza de psicólogo (así aparecía en el anuncio en prensa) que ha convocado el Centro Asesor de la Mujer de Alcalá de Henares. He visto con sorpresa cómo dicha plaza es ocupada por un hombre cuya experiencia profesional durante nueve años ha sido fundamentalmente en un centro de discapacitados psíquicos en servicios de educación, de tutelación laboral, vivienda tutelada y como orientador psicopedagógico. Por supuesto, no pongo en duda la profesionalidad de esta persona, pero, al Centro Asesor de la Mujer, fundamentalmente acuden mujeres en situaciones de sufrimiento psicológico por violaciones, malos tratos, separaciones... En la mayor parte de los casos, dichas mujeres que han pasado por estas experiencias traumáticas no tienen una imagen buena de la figura masculina.

Algunas mujeres han sido maltratadas psicológica y físicamente toda su vida, primero por sus padres o hermanos y después por sus maridos, llevándolas a unas situaciones de destrucción psicológica y a la anulación como personas.

Otras mujeres son lo que son porque han estado rodeadas de hombres durante toda su vida que las han impedido de alguna manera desarrollarse como personas: les han prohibido salir, estudiar, vestir como quieren, ser independientes, elegir, en definitiva, lo que quieren hacer con sus vidas. Incluso algunas solicitan trabajos a escondidas, porque sus maridos no las dejan trabajar.

Desgraciadamente, muchas mujeres siguen teniendo unas condiciones de vida que les siguen impidiendo crecer como personas en igualdad de condiciones que los hombres y que las llevan a manifestar síntomas psicológicos (depresiones, ansiedad...) y psicosociales (marginación, malos tratos...) que son el resultado de unas relaciones inadecuadas y conflictivas con determinados tipos de hombres.

Afortunadamente no todos los hombres son así; algunos tienen la capacidad y la sensibilidad de caminar a nuestro lado y compartir nuestras vidas y, no siempre, nuestra forma de sentir y pensar. Sólo deseo que el psicólogo del Centro Asesor de la Mujer de Alcalá de Henares demuestre ser la excepción que confirma la regla.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de abril de 2001