España levantó ayer el embargo sobre la carne de bovino procedente de dos países europeos: Francia e Irlanda. La prohibición de importar reses procedentes de esas naciones se produjo por una orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación fechada el pasado 9 de noviembre del 2000.
La medida fue tomada con carácter cautelar, en vista de la evolución desfavorable por aquellas fechas de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o enfermedad de las vacas locas tanto en Francia como en Irlanda.
Ahora la orden queda sin efecto, por considerar las autoridades españolas que la situación ha cambiado positivamente y que no existe riesgo para el consumo.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de abril de 2001