La primera fase del arranque comenzó el pasado sábado cuando se empezaron a utilizar los dos generadores diesel, de medio megavatio cada uno, que lleva el sumergible para elevar la temperatura del agua del circuito de refrigeración del reactor hasta cerca de los 200 grados centígrados. Ésta es la denominada fase A del calentamiento de la planta.
Fuentes británicas indicaron que alrededor de la media noche pasada el reactor debía de llegar a su temperatura operativa, esto es, a producir vapor que movería las turbinas eléctricas que proporcionan energía y propulsión a la nave.
El Ministerio de Defensa británico ha estado jugando al gato y al ratón, amparándose en razones de secreto militar, con la fecha exacta de la puesta en marcha del reactor. En puridad, éste no ha estado apagado nunca ya que el combustible de uranio, a pesar de las barras de control, mantiene una cierta actividad. A lo largo del fin de semana, se ha elevado gradualmente la temperatura del refrigerante y, según las citadas fuentes, en algún momento de la noche de ayer o de esta madrugada se llevó al reactor a sus condiciones de operatividad, aunque nunca por encima del 10% de su potencial energético.
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Sin embargo, a los expertos en seguridad este momento no les preocupa demasiado, ya que consideran que el episodio clave ya pasó hace algunas semanas cuando se probó la resistencia de las tuberías averiadas y soldadas.
De hecho, el apagado y encendido del reactor nuclear es algo que se realiza con frecuencia y en mayo de 2000 el Tireless fue sometido a este proceso cerca de Sicilia dónde perdió 200 litros de refrigerante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de mayo de 2001