Soy un mediano empresario vasco, que alterno mi actividad en Álava con otra fábrica en tierras andaluzas. Ante las elecciones quiero expresar mi grave inquietud ante el ambiente de confrontación civil que, al parecer, quiere darse a estos comicios, en especial por el PP. Soy más bien conservador, lo confieso, y mi empresa ha sufrido algún que otro serio disgusto por ETA, incluso amenazas. Pero tampoco puedo olvidar que mi cuñado y mi sobrino están uno en la cárcel y el otro exiliado por sus ideas. Esto es un hecho, lo mismo que los atentados.
Yo vi muy positivamente la tregua de ETA, y me apenó que el PP y el PSOE hiciesen cuanto pudieron, que fue mucho, para hacerla inviable. Quiero que esto se termine, mediante el diálogo entre todos, sin exclusiones. Lo que desde luego no quiero es que se fomenten más divisiones; exclusiones sociales. No quiero dialécticas de guerra civil. Yo sí amo a mi tierra y quiero para ella la paz; la libertad; y la concordia; de otros ya no sé que pensar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de mayo de 2001