En estas últimas semanas dos noticias de signo muy distinto nos han llamado la atención. La primera alertó sobre un barco supuestamente cargado con centenares de niños y niñas que iban a ser vendidos como esclavos. El motivo de esta situación: la pobreza. También en África, pero en este caso en Tanzania, el gobierno está estudiando la posibilidad de recuperar la educación gratuita para todos los niños y niñas del país. La educación dejó de ser gratuita en 1982 porque el país debía hacer frente a su deuda externa. ¿Cuál es el nexo de estas dos noticias? Es evidente que unos padres formados, con capacidad para ganarse la vida no venderían nunca a sus hijos, y unos niños y niñas escolarizados tendrían muchas más posibilidades de encontrar trabajo. El 6 de mayo, Intermón Oxfam celebra en Valencia y en 38 ciudades más de España su fiesta anual Un Día para la Esperanza, centrado entre otras, en su campaña Educación ahora: rompamos el círculo de la pobreza. Tenemos el pleno convencimiento que entre la esclavitud y la esperanza hay un simple paso: la educación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de mayo de 2001