Carlos T. Mori (Salamanca, 1971) anuncia el fin del vídeo como soporte creador. La llegada del DVD y la caducidad de las cintas han colaborado para lo que ha sido una vida efímera en la historia del arte que, además, ha estado rodeada de continuas polémicas sobre su denominación, su trascendencia artística o su difusión. De todo ello habló recientemente el experto salmantino en un curso organizado en Vitoria por la galería Trasforma y la Asociación de Amigos del Museo.
Pregunta. ¿Qué es la creación artística en vídeo?
Respuesta. Es algo tan poco definido que, para empezar, tiene una variada gama de nombres, desde el videoarte de los años setenta, hasta el vídeo independiente de los noventa, pasando por la videocreación de los 80. Ahora, la denominación más usual es experimentación vídeo, justo cuando está a punto de pasar a la historia con la llegada del DVD, que ofrece mayor calidad y más posibilidades técnicas.
P. Una vida breve para un medio todavía en experimentación.
R. El vídeo ha pasado de ser un sustituto barato del cine a tomar una entidad, que le han conferido los que se habían criado con la televisión. Ahora que va a desaparecer es cuando ha encontrado su lenguaje más definido: ya es un capítulo más de la experimentación audiovisual.
P. Quizás sea el soporte artístico más efímero.
R. Así es. El vídeo será como la linterna mágica y aquellas otras máquinas que precedieron al cine. Es un medio de transición. Todo el mundo tiene claro que una cinta de vídeo dura ocho años.
P. ¿Cuál es el futuro de esta creación, sea con vídeo o con DVD?
R. Yo creo que pasa por entenderlo más como una industria cultural de entretenimiento, como la discográfica, la editorial o el cine.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de mayo de 2001