El presidente del Partido Popular (PP) de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, dijo ayer en voz alta lo que algunos de sus colaboradores venían repitiendo desde hace días en voz baja: que el respaldo parlamentario de su partido a Convergència i Unió (CiU) le puede perjudicar electoralmente como consecuencia del rosario de escándalos que afectan a la coalición nacionalista.
'No queremos que un día el PP se vea arrastrado por el agotamiento del proyecto [de CiU]', afirmó el líder regional, quien utilizó un símil montañero para transmitir su preocupación: las relaciones entre CiU y el PP son a su juicio como las 'cuerdas de montaña', donde si un alpinista cae, caen todos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de mayo de 2001