Al profesor Carlos Malamud (sección de Opinión, lunes 30 de abril de 2001), en su escrito acerca del ALCA, se le puede contestar con una frase escrita en el artículo situado justo encima del suyo (Vicenç Fisas, Ética planetaria): 'La pobreza de nuestro siglo no es el resultado natural de la escasez, sino de un conjunto de prioridades impuestas por los ricos al resto del planeta'. Creer a estas alturas que la falta de democracia de los Gobiernos va a ser un impedimento para comerciar con ellos (¿China, Perú?), o que la riqueza de los Estados latinoamericanos guarda proporción con la riqueza de su población, es de una candidez supina. Un acuerdo como el ALCA difícilmente va a contribuir al reparto de la riqueza entre la población y, mientras no se sustancie esta cuestión, todo lo demás es un puro engaño.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de mayo de 2001