O'Flynn confió en el peso de su ascendencia celta para construir el personaje de Lucia en una historia ambientada en Escocia a finales del siglo XVII. Intentará 'un difícil equilibrio' entre la virtuosidad vocal y la dramática en el camino que le conduce a la locura. 'El peligro es volverse demasiado loca y perder el control de la técnica y la emoción', dijo.
El libreto de Lucia di Lammermoor reserva al tenor su papel más destacado al final de la ópera. Machado, que ha intervenido recientemente en la misma producción en Lisboa y Zurich, opta por una interpretación 'conmovedora', a pesar de reconocer que su personaje carece de las complicaciones psicológicas de la protagonista.
Marco Guidarini, director musical de la obra, destacó el papel de esta ópera de Donizetti en el desarrollo de una nueva filosofía musical en la Italia del siglo XIX. Estrenada en 1835, se situó entre el bel canto y la creación de un lenguaje teatral.
'La solución [de Lucia de Lammermoor] está en el medio de los dos estilos. Tiene elementos del belcantismo y en el desarrollo psicológico de los personajes aparecen ya rasgos típicos del teatro de Verdi', explicó Guidarini.
La puesta en escena de la ópera ha surgido del trabajo del escenógrafo Ezio Frigerio, el iluminador Vinicio Cheli, y la creadora del vestuario, Franca Squarciapino, dirigidos por el francés Nicolás Joël, galardonado en dos ocasiones con el Premio de la Crítica dramática y musical por sus producciones líricas. A su trabajo en el teatro, Frigerio suma su experiencia en el cine. Entre otros proyectos, colaboró con Bernardo Bertolucci en Novecento y con Jean-Paul Rappeneau en Cyrano de Bergerac.
Sin rupturas con la ambientación que marca el libreto -inspirado en la novela de Walter Scott, La novia de Lammermor- ni riesgos escénicos, han apostado por una producción de corte clásico. 'La luz actúa como la música, está en el aire', aseguró Mónica Waitzfelder, asistente de Joël.
Lucia di Lammermoor contará con la participación del Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin. 'El coro, como ocurre en las óperas de Verdi, tiene la importancia de un personaje colectivo', señaló Guidarini.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de mayo de 2001