El escultor vasco Jorge Oteiza (Orio, 1908) ha incluido en la exposición Espacialato, que ayer se inauguró en Zaragoza, dos esculturas realizadas este año, Púlpito y memoria y Oración lunar. La mayoría de las piezas seleccionadas para la muestra, realizadas en piedra, madera y hierro, están centradas en las investigaciones espaciales del artista y en el Laboratorio de tizas, que permite comprobar la evolución de su método experimental y su complejo proceso creativo.
Espacialato estará abierta al público en el Centro de Exposiciones y Congresos de Ibercaja, en Zaragoza, hasta el próximo 30 de junio.
En su mayor parte, las 40 obras de la exposición están fechadas entre 1955 y 1959, año en el que Oteiza cerró voluntariamente su trabajo en el terreno de la escultura, aunque también hay esculturas de los años setenta, que son derivaciones y variaciones de las anteriores.
'Oteiza convirtió el espacio en escenario de sus ideas, de sus experiencias, de sus obsesiones y de sus angustias', explicó el comisario de la exposición, Carlos Catalán. 'Es un escenario vivo que contiene la acción del momento y la suma de su experiencia'.
Catalán considera que en toda su labor experimental Oteiza ha perseguido una tensión abstracta, 'un espacio silencioso que le empuje a lo trascendental'. El escultor, a su juicio, se identificó desde lo más profundo de su alma con el pueblo vasco, 'escarbó y descendió a las raíces de su identidad para extraer los arcanos de su configuración estética'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de mayo de 2001