Una empresa de cine ha sido condenada por el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Málaga a pagar 1.100 pesetas, el importe de dos entradas, a una pareja de jóvenes que tuvieron que abandonar al inicio de la función la sala de proyección para aclarar con el acomodador cómo habían conseguido los billetes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de mayo de 2001