El escándalo del dopaje sigue sacudiendo al calcio. Dos nuevos futbolistas, en este caso de la Segunda División, han sido suspendidos cautelarmente por la Federación Italiana por haber dado positivo por esteroides anabolizantes en un control. Se trata del defensa Stefano Sacchetti, de 29 años, y del delantero Nicola Caccia, de 31, ambos del Piacenza.
Tanto el primer análisis como el contraanálisis posterior determinó la presencia en la orina de los dos jugadores de restos de norandrosterona y de nortiocolanolona, un subproducto de la nandrolona, una sustancia que estimula la capacidad de los deportistas para entrenarse y les imprime agresividad durante la competición, pero que puede tener graves efectos secundarios.
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Caccia es el máximo goleador de su categoría, la denominada Serie B, con 23 tantos. Precisamente, él fue el autor de la diana que permitió al Piacenza imponerse el domingo al Venecia en un partido crucial para consolidar sus aspiraciones de ascenso.
De las sospechas sobre la existencia del dopaje en la Liga italiana se ha pasado a la confirmación de que es una realidad. El defensa portugués y ex barcelonista Fernando Couto, del Lazio, fue suspendido la pasada semana. A su vez, el centrocampista holandés Edgar Davids, del Juventus, se halla a la espera del contraanálisis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de mayo de 2001