El otro viernes fui testigo de una escena que me ha hecho reflexionar bastante. Un chico de unos 15 años tendido en el suelo cerca del Ayuntamiento antiguo de Fuenlabrada. Parecía que había recibido un golpe en la cabeza fruto de una caída. Llamamos al 061 y tardó tres cuartos de hora. La indignación se hacía palpable, los integrantes de la ambulancia del 061 le atendieron rápido cuando llegaron y le trasladaron. Y nos explicaron que estaban en Leganés y que su zona es muy amplia y no pueden estar en todos los lados a la vez.
Y nos preguntamos las personas que estábamos allí: ¿por qué no tenemos un servicio de ambulancias municipal como teníamos hace años y no depender de ambulancias compartidas? Tenemos policía, limpiezas, agentes sociales, un Ayuntamiento más grande que El Corte Inglés, personal de mantenimiento, recaudación de impuestos, bomberos, polideportivos, un equipo ciclista y baloncesto, pero no tenemos un servicio propio de ambulancias que nos asista y lo compartimos con otras localidades para ahorrar. Creo, señor Quintana, que con 160.000 habitantes se debería pensar en ello y no depender de otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de mayo de 2001