Las inmigrantes y sus hijas que soliciten residir en España por temor a ser sometidas a la mutilación genital en sus países de origen serán acogidas por el Gobierno, según ha declarado el delegado para la Extranjería y la Inmigración, en respuesta al problema de la ablación, denunciado la pasada semana en EL PAÍS. Por José María Irujo
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de mayo de 2001