¿A qué juega el consejero de Economía, Luis Blázquez, cuando habla de las medidas necesarias para evitar que los chicos beban en la calle? ¿Cree realmente que estableciendo horarios light en las discotecas va a impedir el botellón? ¿Cree que la rebaja en los precios de las copas en los bares va a acabar con el alcoholismo juvenil? ¿Qué miedo hay en las instituciones a buscar soluciones reales? Antes de que el problema del alcoholismo se nos vaya totalmente de las manos hay que buscar soluciones. Una de ellas, realmente eficaz, sería una ley que prohíba beber en la calle. El refrán castellano de 'quien quita la ocasión, quita el peligro' es realmente de aplicación en este tema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de mayo de 2001