La guerra entre los dos canales privados franceses TF1 y M6 ya ha tenido las primeras consecuencias. TF1, que hasta ahora dejaba que M6 utilizase sus archivos para los informativos, acaba de retirar esa autorización. TF1, la competencia de M6 y acostumbrada a ganar, alega que además de robarles audiencia, Loft Story utiliza para ello armas ilegales, como mostrar personas que beben alcohol o fuman, algo prohibido en los platós galos. Esta alegación se suma a la planteada por el diario Le Monde y dos abogados especialistas en derechos de autor: el equivalente francés del concurso Gran Hermano atenta contra los derechos de imagen, intimidad y libertad de trabajo de la persona, al tiempo que priva a los concursantes de sus derechos como coautores de una obra de ficción.
Además, en Internet es posible comprar imágenes censuradas por M6 o TPS (oferta de satélite que emite 24 horas el concurso). TF1 quiere expulsar a Loft Story de TPS. Pero mientras esgrime principios éticos, prepara su propio programa de 'televisión real' en una isla desierta y está exigiendo filmar secuencias de sexo explícito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de mayo de 2001