Me he decidido a enviarles estas líneas después de leer el artículo del consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat Valenciana, Vicente Rambla, A un paso del pleno empleo. Marca como pleno empleo el umbral del 6% de la población activa en paro, porque en cualquier sociedad existe un paro estructural, el cual consiste en trabajadores que están buscando su primer empleo, o bien que están cambiando de puesto de trabajo, en definitiva, una tasa de desempleo que obedece a la necesaria movilidad de los trabajadores dentro del mercado laboral.
El problema es que el señor consejero, al igual que el resto de los políticos de la oposición, y al igual que la gran inmensa mayoría de los medios de comunicación, está maquillando la realidad, ya que está mezclando una cifra administrativa (personas solicitantes de empleo en las oficinas del Inem), con una cifra estadística (Encuesta de Población Activa, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, INE).
La tasa real de paro de nuestro país la obtenemos al comparar dos datos estadísticos; por un lado, el total de personas en edad de trabajar y dispuestos a trabajar, y por otro lado, el número de estos últimos que no están trabajando. Si nos vamos a los datos del INE, vemos que en el último trimestre del 2000, la tasa de paro en el País Valenciano es del 11,30% de su población activa (datos obtenidos de la web del INE). Es de suponer que dicho porcentaje habrá bajado ligeramente en lo que llevamos de 2001, pero aún nos queda un buen trecho para alcanzar el pleno empleo.
Rogaría a todos los agentes sociales que fuesen más cuidadosos en sus aseveraciones, y más si se trata de un artículo, el cual, necesariamente, exige un tiempo de reflexión.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de mayo de 2001