Un 'fallo de la munición' fue, según los datos provisionales de la investigación, la causa del accidente que el pasado lunes provocó la muerte de dos sargentos y heridas a otros dos militares en el campo de maniobras de Chinchilla (Albacete), según adelantó ayer el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa. Una granada de mortero estalló antes de tiempo (aún no se ha podido determinar si dentro del tubo o inmediatamente después de salir) alcanzando mortalmente a Sonia Ruiz Navas, de 26 años, y Miguel Ángel García Garrido, de 25, alumnos de la Academia de Artillería de Toledo.
Trillo-Figueroa explicó ayer que ha ratificado la orden del jefe del Estado Mayor del Ejército, Alfonso Pardo de Santayana, de retirar el lote de munición afectado para que sea objeto de un 'cuidadoso' análisis. El ministro aseguró que si de la investigación se deduce que han existido responsibilidades penales o disciplinarias, 'serán exigidas con el alcance que se determine', aunque no quiso prejuzgar el resultado.
Según fuentes militares, la munición estaba ya caducada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de mayo de 2001