El ministro de Interior del Gobierno autónomo flamenco, Johan Sauwens, se vio forzado el miércoles por la noche a dimitir tras el escándalo desatado en Bélgica por su participación en una importante celebración de una asociación de nostálgicos del nazismo. Esta crisis puede salpicar al propio Gobierno federal de Bélgica, que necesita los votos del partido regionalista de Sauwens, la Volksunie (VU), para sacar adelante este mes el proyecto de ley de financiación de las comunidades autónomas y la ampliación de las competencias fiscales.
El caso Sauwens inquieta enormemente a la sociedad belga, que vio cómo en octubre pasado el partido ultraderechista flamenco, Vlaams Blok, mejoraba sus resultados en las elecciones municipales, alzándose en Amberes con el 33% de los votos, y en Gante, con el 20%.
Johan Sauwens fue pillado en falta el pasado sábado al asistir a una cena-celebración de la organización Sint-Maastens, que apoya a los ex combatientes belgas y colaboradores de las SS alemanas. Sauwens pidió excusas. aseguró desconocer exactamente la naturaleza de la organización y se justificó alegando haber cometido 'un error de apreciación'. Paradójicamente, ha sido el Vlaams Blok el que ha forzado su dimisión al difundir un vídeo que muestra la activa participación de Sauwens en la cena, con una presentación del homenaje a los ex combatientes rodeados de simbología fascista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de mayo de 2001