La Casa Blanca añadió que el próximo año espera subir su aportación a 500 millones de dólares (92.000 millones de pesetas). El aumento es considerable porque, según la OCDE, la aportación estadounidense a la lucha contra el sida fue de unos 15.000 millones de pesetas en 1998.
La iniciativa de Annan de declarar la lucha contra el sida 'prioridad personal' ha desencadenado un movimiento diplomático de apoyo a la creación de un fondo internacional, que fue ayer definido por Thompson como 'similar al Plan Marshall'.
Sin embargo, la puesta en marcha del fondo es aún imprecisa, aunque se sabe que tendrá cinco objetivos: prevención, lucha contra la transmisión madre-hijo, tratamiento para toda la población, investigación farmacéutica y atención especial a los 13 millones de huérfanos que la enfermedad ha causado en África. De 36 millones de personas infectadas por el sida en el mundo, casi el 70%, es decir 25 millones, son africanos. Según la FAO, los 10 países de África más afectados perderán de aquí al 2020 el 26% de su mano de obra.
Después de que las multinacionales farmacéuticas aceptaran el mes pasado la ley surafricana que faculta al Gobierno a fabricar e importar genéricos antisida aunque aún estén protegidos por patentes, se avecina otra batalla en Kenia, país con 2,2 millones de seropositivos, de los que sólo 2.000 reciben antirretrovirales. La mitad de la población gana menos de 185 pesetas diarias, y el cóctel de antirretrovirales cuesta 740.000 al año.
El Parlamento de Kenia se dispone a debatir un proyecto de ley parecido al surafricano. Las ONG lo apoyan. De momento, ayer se anuló una reunión en la ciudad costera de Mombasa, a la que diputados de las comisiones concernidas habían sido invitados por grupos farmacéuticos internacionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de mayo de 2001