Un bebé de tres meses falleció ayer en Barcelona al ser arrojado al vacío desde un cuarto piso por su madre, aquejada de un trastorno mental. La mujer, de 32 años y nacionalidad guineana, fue trasladada el hospital psiquiátrico de Sant Boi de Llobregat bajo custodia policial a la espera de que los médicos dictaminen su estado y el juez decida si queda ingresada.
Los hechos ocurrieron sobre las 11.45 en el cuarto piso del número 61 de la calle del Mar, en el popular barrio de la Barceloneta. A esa hora, la madre salió al balcón y sin mediar palabra arrojó el niño al vacío por causas que se desconocen. El cuerpo del pequeño impactó contra un vehículo que se encontraba estacionado y después quedó tendido en el asfalto.
Dolores, empleada de una pastelería situada frente a la casa, acudió a socorrer al bebé. 'Estaba con vida e intenté reanimarlo haciéndole masajes en la barriguita, pero no reaccionaba. No lloraba ni tenía sangre en ningún sitio. Enseguida vino la policía y se lo llevó al hospital', relataba ayer esta joven.
El niño falleció alrededor de las 13.15 horas en el hospital del Mar de Barcelona como consecuencia de politraumatismo craneal y la afectación de diversos órganos vitales.
Los esfuerzos de los médicos por reanimarlo también fueron inútiles. La madre estaba sola con el bebé cuando sucedieron los hechos. El padre, de nacionalidad italiana, estaba trabajando y, según los vecinos, la familia tenía problemas económicos. Tras el parricidio, la mujer hizo un amago de suicidio que no llevó a cabo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de mayo de 2001