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Crítica:VALENCIA | LA LIDIA

Todo queda en conmemoraciones

Día de conmemoraciones y poco más. En Valencia se celebró la tradicional corrida del día de la Virgen de los Desamparados, y de paso, la conmemoración de la apertura del coso de la calle Xátiva. Los festejos se abrieron el viernes con una interesantísima novillada sin picadores para los alumnos de las escuelas de Alicante y Valencia, que tuvo mucho más interés que la celebrada en la tarde de ayer. Un festejo que llevaron al traste la elegida corrida de Los Bayones y la disposición de los pupilos de los Lozano, Caballero y Barrera. La Diputación Provincial, dueña del coso, se ha empeñado en que los festejos programados sirvan para commemorar el 150º aniversario de la apertura de la plaza de toros. Una efeméride muy discutida, pues, aunque la plaza abrió en 1851, no fue hasta 1859, según otros datos históricos, cuando se celebró un festejo oficialmente. Total, que nadie se explica las prisas por celebrarlo, y mucho menos con el resultado artístico de la corrida que debió justificar el evento. Total, que ni la Virgen de los Desamparados ni la historia del coso han quedado muy recompensadas con el festejo. Y eso porque tampoco los pocos espectadores que ocuparon localidad parecían muy felices y pasajes hubo en que mostraron su descontento. En ocasiones, con los toros; en otras, con sus matadores. Pues no mucho más hicieron los espadas. Bueno, eso y vestirse de torrentins, es decir, a la antigua usanza valenciana, como lo hacían los labradores valencianos en día de fiesta. También con sus mejores galas adornaron el conmemorado coso. Y la tarde en lo propiamente taurino quedó igualmente en eso: en adornos ante los inválidos animalitos de la dehesa de Los Bayones.

Bayones / Caballero, Barrera, Puerto

Toros de Los Bayones, de correcta presentación, pero descastados e inválidos. Pitados en el arrastre 1º y 3º. Varios, sospechosos de afeitado. Manuel Caballero: estocada (silencio); media tendida y tres descabellos (silencio). Vicente Barrera: dos pinchazos, media y descabello (silencio); media -aviso- y cinco descabellos (silencio). Víctor Puerto: estocada corta trasera y contraria -aviso-, descabello (vuelta); pinchazo y estocada caída (silencio). Plaza de Valencia, 12 de mayo. Corrida del día de laVirgen de los Desamparados. Media entrada.

Y de los matadores, qué, se preguntarán. Pues de los matadores, poco. Manuel Caballero anda fuera de sitio y desconfiado, y en este coso conmemorado dio dos buenas muestras ante dos hermosos ejemplares de la mejor raza merina con cuernos que deambula por esos ruedos. No ligó ni un pase y dio cuantos trapazos le permitió su paciencia, sin consultar para nada con el menospreciado respetable. Encima estuvo hecho un hacha con los aceros, oyendo el suave rumor del silencio en sus dos trasteos.

Vino Vicente Barrera a esta su plaza, donde tanta responsabilidad se toma, con tanto ánimo como poco confiado. No obstante, dejó constancia de su quietud, pero, como con la esencia, en pequeñas dosis. Tampoco brilló con la espada. Y aunque la faena a su segundo estuvo llena de sobresaltos, no cejó en el empeño de agradar y en eso quedó todo.

Víctor Puerto fue el único que dio una vuelta al ruedo. Y de poco casi lo paga con sangre. La que le corre por las venas a este manchego que estuvo tan seguro como al menos digno.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de mayo de 2001