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Elecciones en el País Vasco

Los socialistas desplazan a EH del tercer puesto pero pierden un parlamentario

El líder del PSE-EE, Nicolás Redondo, reconoce "la victoria de los nacionalistas"

Media hora antes de la medianoche, el candidato socialista a lehendakari, Nicolás Redondo, asumió públicamente el veredicto de las urnas y reconoció la "victoria de los nacionalistas". El líder del PSE-EE, alejado ya de toda posibilidad de formar gobierno con el PP dado los resultados del bloque constitucional, aseguró que la prioridad a partir de hoy será "recuperar la unidad de los demócratas frente a ETA".

Pese a que los aplausos interrumpieron en varias ocasiones la intervención del candidato socialista, se respiraba un aire de derrota entre los militantes y simpatizantes del PSE. Ni los 30.000 votos más logrados en estas elecciones respecto a los comicios de 1998 pudieron alegrar la cara de los dirigentes y candidatos que arroparon con su presencia al candidato a lehendakari.

Redondo aseguró que su partido sera "coherente" con lo que ha dicho durante la campaña e insistió en que defenderá "las reglas de juego democrático y un camino para la libertad, la igualdad y la solidaridad". El líder de los socialistas vascos resaltó que, por encima de todo, el resultado de ayer evidencia que la sociedad vasca quiere un "país libre en el que no haya sitio para la desigualdad entre nacionalistas y no nacionalistas".

En el primer análisis de la dirección socialista, realizado anoche en su cuartel general del hotel Ercilla, de Bilbao, el dirigente Rodolfo Ares enfatizó más el descalabro de la coalición de Euskal Herritarrok que sus propios resultados. A esas horas, los socialistas vascos confiaban no sólo en revalidar la representación que tenían en la Cámara vasca, sino que aspiraban a subir de 14 a 15 escaños. Pero la realidad fue que tuvieron que disputar un escaño por Vizcaya al PNV, que estuvo oscilando entre ambos partidos durante horas hasta que finalmente quedó en manos de los nacionalistas. Cuando todavía no se había llegado al cien por cien de votos escrutados, Ares insistía: "Estoy seguro de que nuestra representación será mucho mejor de lo que en estos momentos dicen los resultados oficiales". Fue sólo un sueño.

Nicolás Redondo tenía muy fácil cumplir los pronósticos y encaramarse de nuevo a la tercera posición en el escalafón electoral. Los malos resultados que preveían las encuestas para Euskal Herritarrok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna, se hicieron realidad a partir de los primeros datos oficiales sobre voto escrutado emitidos por el Gobierno vasco a primeras horas de la noche.

Los socialistas se sacaron la espina que llevaban clavada desde las anteriores elecciones autonómicas, en las que la formación que lidera Arnaldo Otegi, al calor de la tregua iniciada por ETA, convirtió al PSE-EE de Redondo en la cuarta fuerza con 14 escaños -los mismos que la coalición independentista- pero con 4.000 votos menos (220.052, frente a los 224.000 de Euskal Herritarrok). Ayer, el electorado se comportó como si se tratara de unas elecciones generales, incluso más, y acudió a las urnas en masa desde primeras horas de la mañana. Pero, los tradicionales graneros de voto socialista no funcionaron al cien por cien.

El horizonte que ha guiado durante lo campaña electoral al equipo socialista fueron los resultado alcanzados por el PSE-PSOE en las elecciones autonómicas 1986, en plena escisión del Partido Nacionalista Vasco, cuando Txiki Benegas se presentaba como candidato socialista a lehendakari. Entonces, los socialistas se convirtieron en la primera fuerza en escaños (19) en el Parlamento del País Vasco, aunque con menos votos que el PNV, que se quedó con 17 escaños. Y ayer ese horizonte de 1986 se quedó eclipsado. Pese a que socialistas no cumplieron sus propias expectativas, el candidato del PSE no se cuestiona su permanencia como jefe de filas del partido.

En 1986, el PNV, tras largas y complicadas negociaciones, con el fantasma de una elecciones anticipadas a la vuelta de la esquina, logró mantener a su candidato en Ajuria Enea. Fue el primer Ejecutivo de coalición en el País Vasco. Redondo no pensaba ayer en una coalición. Los resultados electorales le llevaron a reconsiderar lo que habían sido sus aspiraciones. Sumados los escaños logrados, con el 100% de los votos escrutados, socialistas y populares se habían quedado con los mismos escaños que en 1998, con la diferencia de que los socialistas habían cedido uno al PP. La Ejecutiva Federal del PSOE y la dirección del PSE analizarán hoy en sendas reuniones los datos y comenzarán a vislumbrar qué tipo de nueva mayoría puede sostener al próximo lehendakari en Ajuria Enea. Los socialistas vascos mantendrán un encuentro con los medios de comunicación este mediodía, aunque en ningún caso se adoptará ninguna decisión definitiva. Fuentes socialistas reconocían anoche que para el PSE se abre ya el camino "para caminar hacia la oposición".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de mayo de 2001