El tesoro durmió en Ginebra durante cuatro años, en el cofre de un hombre de negocios. Casi 15 millones de francos suizos (unos 1.500 millones de pesetas) en dinero líquido fueron descubiertos y decomisados la semana pasada por el juez de instrucción suizo Paul Perraudin, en el curso de la investigación sobre un circuito de evasión de fondos puesto en marcha entre 1996 y 1997 por Alfred Sirven.
Extraídas de cuentas anónimas, en las que Sirven (el anciano director de 'asuntos generales' de Elf-Aquitaine) era el interesado, la suma provenía, en su mayor parte, de las cajas del grupo petrolero francés. Los dos intermediarios de los que Sirven se valió para asegurarse la transferencia de fondos entre Liechtenstein y Suiza, han sido inculpados por blanqueo de dinero y encarcelados en Ginebra. El descubrimiento de esos rollos, en billetes de 1.000 francos suizos, constituye una primicia. Aunque el juez había ordenado desde hacía dos años el bloqueo de fondos clandestinos depositados por Sirven en Suiza y Mónaco, los investigadores del caso Elf no habían encontrado la pista de las sumas convertidas en metálico por el ex número dos de Elf. Sirven había reconocido que 'remitió dinero líquido a terceros' que se negó a identificar.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de mayo de 2001