El concejal de Esquerra Unida en Valencia Manuel Ibáñez, que cuestiona la democracia interna de su partido, acudió ayer acompañado de un notario para que levantase acta de que a Rafael Pérez y José Aroca, los dos suspendidos de militancia por un periodo de seis meses por falta grave, no se les permitía consultar la documentación contable. Ibáñez accedió finalmente a revisar sin sus acompañantes los documentos antes de anunciar la decisión sobre su futuro como concejal.
El conflicto se inició a finales del año pasado cuando los dos militantes ahora expulsados denunciaron que sospechaban de un desfase contable de un millón de pesetas y solicitaron ver los documentos. La Sindicatura de Comptes de Esquerra Unida realizó una auditoría y concluyó que las cuentas estaban bien hechas, lo que no satisfizo a los demandantes, que siguieron con sus descalificaciones. El resultado fue la apertura de un expediente disciplinario que se cerró días atrás con la suspensión de militancia por un periodo de seis meses. Manuel Ibáñez asumió la reivindicación de Pérez y Aroca y la semana pasada anunció que si no se le permitía ver los documentos de la gestión económica, o si en estos detectaba irregularidades, se marcharía con su acta de concejal al Grupo Mixto del Ayuntamiento de Valencia. Ibáñez también añadió que si la documentación es correcta anunciará la fecha en la que dimite como edil de Esquerra Unida.
Ibáñez tiene previsto comunicar hoy la decisión sobre su futuro de concejal, aunque la dirección de EU en la ciudad reclama su acta tras el pulso que ha lanzado al partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de mayo de 2001