La Ley de Estabilidad Presupuestaria no acaba de arrancar en su tramitación parlamentaria. Desde que entró en el Congreso hace tres meses, el plazo de presentación de enmiendas parciales se ha prorrogado en 10 ocasiones. A las reticencias de las comunidades autónomas se han sumado las de casi todos los grupos políticos y, ayer, las del Banco de España.
Su consejero, José Manuel González Páramo, planteó la conveniencia de una ley que vele por la disciplina presupuestaria y deje claro que 'el gasto público ya no es de goma'. Defendió también la eliminación prevista del déficit público porque se ha demostrado que 'no sólo no destruye empleo, sino que ayuda a crearlo'.
Pero esos objetivos, según González Páramo, deben completarse con otros para evitar males mayores. Por ejemplo, la ley debería 'proteger' la inversión pública, a diferencia de lo que ocurrió cuando hubo que reducir el déficit de forma drástica para aprobar el examen del euro.
González Páramo participó ayer en un encuentro sobre la Ley de Estabilidad Presupuestaria en el que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, rechazó las críticas de la mayoría de las comunidades sobre una posible invasión de competencias. La ley 'es respetuosa con todos', dijo el ministro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de mayo de 2001