Un hombre de 58 años, propietario de una granja de cabras y ovejas en Pulianas (Granada), fue detenido por la Guardia Civil como responsable de la infección de brucelosis que han sufrido tres personas de la localidad. La explotación ganadera, que carecía de licencia municipal, está situada en el interior de la población y la Consejería de Agricultura ya había detectado animales infectados en una inspección efectuada el pasado mes de diciembre.
La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada por la madre de uno de los enfermos de brucelosis, que relacionó el mal de su hijo con la actividad de la granja. Con posterioridad el Servicio Andaluz de Salud confirmó otros dos casos de fiebre malta en Pulianas. Los tres afectados, que no habían consumido productos lácteos sospechosos, fueron contagiados por vía aérea.
La Consejería de Agricultura, después de de detectar la brucelosis en una cuarta parte de los animales de la explotación, ordenó su sacrificio. Sin embargo, esta medida resultó insuficiente. Por su lado, el Ayuntamiento de Pulianas, una vez iniciadas las pesquisas por la Guardia Civil, ordenó el mes pasado el cierre y traslado de la granaja por ser una actividad 'molesta, insalubre, nociva y peligrosa'. Desde entonces parte de los animales pasaron desde un descampado cercano a la finca a un redil improvisado por el granjero, mientras que otros andaban sueltos y sin control.
El Ayuntamiento había recibido además varias denuncias de los vecinos que se quejaban de los malos olores y de la proliferación de insectos que podían transmitir la enfermedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2001