El Parlament instó ayer a las empresas multinacionales establecidas en Cataluña a dotarse de un código ético que dificulte decisiones como la tomada recientemente por Marks & Spencer, que este año cerrará todas sus tiendas en España y dejará sin empleo a 786 trabajadores.
La moción, aprobada por unanimidad a instancias de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), no especifica qué debería incluir el código ético, pero en el debate desarrollado en el pleno de la Cámara quedó clara la preocupación de los grupos de que las multinacionales lleven a cabo expedientes de regulación de empleo incluso teniendo importantes beneficios. En su exposición de motivos, el diputado de IC-V José Luis López Bulla mostró su preocupación por la situación que atraviesan los trabajadores de varias empresas -citó a Sintel, Miniwat y Sony- y advirtió de la 'lógica perversa' que lleva a reestructuraciones en empresas que no pasan por dificultades económicas.
López Bulla recordó las medidas impulsadas por la izquierda en Francia para dificultar los despidos de Marks & Spencer. El diputado del Grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi Miquel Barceló advirtió de que la globalización ha llevado a una lógica 'perversa' en ciertas empresas, que consiste en buscar exclusivamente el aumento de su valor bursátil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2001