El ministerio público sostiene que que los hechos ocurrieron el verano de 1995 en los domicilios particulares de los procesados, J. A. M, J. S. y F. R. El fiscal asegura que los acusados incitaban a los tres menores a mastubarse reciprocamente, a realizar felaciones e incluso a que los niños les penetraran analmente. A cambio de estos abusos, les ofrecían dinero, bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes.
En su declaración, unos de los menores (de 13 años cuando ocurrieron los hechos) dijo que que sí conocía a los procesados con los que mantenía una relación de amistad. Aunque cuando fue interrogado sobre los supuestos abusos dijo no recordar nada, extremo que contradice sus declaraciones anteriores ante la Guardia Civil y en el juzgado. El menor ni negó ni confirmó la veracidad de sus anteriores testimonios y precisó que 'entonces estaba muy asustado'.
El acusado J. A. M, que se enfrenta a una pena de 9 años de prisión, negó los hechos. No obstante, reconoció que conocía al menor y que le entregó algunas cantidades de dinero, 'pero a cambio de objetos usados que me traía [éste hombre se dedicaba a la compra-venta de objetos de segunda mano]'.
El procesado J. S. rechazó igualmente las imputaciones del fiscal. Asimismo, declaró que conocía al menor porque un día entró a su casa con la intención de venderle una máquina de escribir. Para este acusado el fiscal pide 3 años de cárcel. El tercer imputado, F. R., un jubilado, declaró que conocía a los niños porque, a veces, se reunían en su portal a beber. 'Me pedían dinero para comprar litronas y, a veces, les daba 20 duros, pero no me acuerdo de nada, porque entonces yo era un borracho', dijo. Para este procesado el fiscal pide 6 años de cárcel.
El juicio, que ya se ha suspendido con anterioridad en seis ocosasiones, se aplazó hasta el día 5 de junio. El tribunal ordenó la búsqueda y captura de los otros dos testigos de cargo para que acudan a declarar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2001