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Crítica:CRÍTICA | DANZA

Imágenes aturdidas

Además de esta coreografía de origen canario, como el nombre de la compañía indica, la jornada de Dansa València de ayer ofreció también los espectáculos Ful, de la muy premiada Nats Nus, con un juego de luces expresionista y un baile que parece recordar a una cierta robótica, y Liturgia de sueño y fuego, de Lanòmina Imperial, de Barcelona, una creación que toma como punto de partida el mito de Prometeo, mediador entre los dioses y los hombres en la domesticación del fuego, no para recrearlo sino para mostrar la coexistencia del terror y e gozo en aquel instante iniciático.

Sueño de cangrejos, que arranca con una especie de viaje a ningún sitio sobre un escenario dominado por las instantáneas de una pantalla gigante, reúne momentos de mucha risa, algunos de ellos ajenos a los propósitos de sus autores, y otros que parecen ir más en serio. Siguiendo la tónica de algunos espectáculos vistos en esta edición de Dansa València, fingen resumir, mediante palabras, el hilo de un argumento inexistente, de modo el problema de la definición de la danza contemporánea como danza de creación parece resolver, de momento, mediante un juego de autocitas falsas y el recurso a un humor que el espectador acaso desearía ver desarrollado de manera más autónoma sobre el escenario. Todo ello, huelga decirlo, discurre entre las risitas cómplices de los estudiantes de danza, o de los alevines, que forman, por otra parte, el público mayoritario de una edición que hasta ahora no ha conseguido hacerse con los favores del público.

Sueño de cangrejos

De Compañía Platanera. Intérpretes, Marta Izquierdo, Ruth Moreno, Paloma Díaz, Enrique Cárdenes. Vestuario, Compañía Platanera. Iluminación, espacio y vídeo, Carlos Marquerie. Música, Amanda López. Dirección, Enrique Cárdenes. Dansa València. Teatro Talía. Valencia.

Fuera de esto, como es lógico, aquí bailar se baila muy poco, y ya empieza a resultar tedioso ese desmesurado afán por participar en un festival de danza sin tomarse la molestia de mover el esqueleto. En el programa de mano se alude al hecho de que lo visto sobre la escena es el cuaderno de a bordo en la víspera del naufragio. No puede desdeñarse así como así que lo que al cabo se ofrece sea el naufragio mismo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2001