La reforma laboral aprobada por decreto ley por el Gobierno dio ayer otro paso para convertirse en ley. El Pleno del Congreso aprobó, con los votos del PP, CiU, y Coalición Canaria un texto que sólo modifica al del Ejecutivo con una enmienda parcial de CC y 10 de CiU. La izquierda se quejó del rechazo sistemático de todas sus enmiendas. El ministro de Trabajo se congratuló de la 'mejora técnica' del texto.
El proyecto de ley de reforma laboral, según el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, ha mejorado 'en calidad técnica' con su paso por el Congreso. Esa mejora, según Aparicio, no sólo hay que agradecérsela a 'algunos' grupos parlamentarios, sino también a los agentes sociales. El ministro no especificó en qué forma los agentes sociales -apartados de la confección de la reforma al no llegar a tiempo a un acuerdo- han podido hacer aportaciones al texto. Sí lo hizo el diputado del Partido Popular José Eugenio Azpiroz, que defendió el texto en el Pleno. Azpiroz dijo que 'se han incluido algunas propuestas de Comisiones Obreras', tras subrayar que de CC OO ha oído 'propuestas' mientras que de UGT 'sólo críticas políticas'. El diputado popular intentó ahondar así las diferencias entre ambos sindicatos. Aunque los dos rechazaron la reforma laboral, CC OO firmó la reforma de las pensiones y, desde entonces, el PP ha centrado sus críticas en la 'falta de propuestas' tanto de UGT como del PSOE.
El diputado socialista Ramón Jáuregui, como los representantes de IU y el Grupo Mixto, se quejó de que el PP no haya aceptado ni una sola de sus enmiendas. Jáuregui dijo que esta reforma agravará la temporalidad en vez de solucionarla y recordó datos del mercado laboral español que empeorarán, dijo, con esta reforma: 'un 32% de eventualidad', 'siete de cada 10 jóvenes con empleo precario' y 'una subcontratación desaforada que crece'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2001