En su tercera semana de paralización, la huelga de la Siderúrgica del Orinoco (SIDOR) se ha extendido a otros sectores venezolanos, como hierro, aluminio y construcción, con la amenaza de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) de convocar una huelga general si no se resuelve antes de 15 o 20 días el conflicto laboral de los metalúrgicos.
Por su parte, los educadores concluyeron su paro ante el peligro de que los 7 millones de alumnos perdieran el año escolar. Vicente Romero, representante del sindicato FENATEV, aseguró que habían alcanzado el 60% de las demandas salariales después de tres semanas sin clases, pero que "el conflicto continuará en junio".
Las conversaciones en el sector siderúrgico han caído en un punto muerto. La directiva argentina de Techint, propietaria de un 70% de la privatizada SIDOR, ha mejorado el bono compensatorio a un millón de bolívares (1.428 dólares) para prorrogar por un año la contratación colectiva, pero descontará los días de huelga de las utilidades de fin de año de sus 5.400 trabajadores. El sindicato siderúrgico SUTISS no quiere que se le descuente el tiempo de huelga, aunque ha bajado su aspiración del bono compensatorio a 4 millones de bolívares (5.714 dólares).
La demanda salarial de los siderúrgicos ha sido reforzada con paros de las empresas estatales del hierro y aluminio, que suman 20.000 trabajadores en Guayana,al sur del país, y manifestaciones de solidaridad en otros sectores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2001