La idea de asociar a todas las ciudades que han sido sede de exposiciones universales surgió el año pasado en Hannover, pero verá la luz en Sevilla con motivo del décimo aniversario de la Expo 92. Según lo acordado entre el alcalde y el presidente de BIE, la capital andaluza será la primera en ostentar la presidencia y, cuando se conozca el nombre de la anfitriona de la próxima edición, le pasará el relevo.
Al margen de este acuerdo, Monteseirín y Noghes concretaron algunos puntos de la conmemoración que se celebrará el año que viene, cuyo programa de actos ya está 'bastante avanzado' según el alcalde. Monteseirín adelantó que se han previsto distintas rutas por los pabellones y parcelas que compusieron la muestra, para 'rememorar lo que fueron y lo que son hoy'. Además, se intentará resaltar 'el legado de infraestructura' que dejó la exposición dentro y fuera de la Isla de la Cartuja.
El presidente del BIE y el alcalde coincidieron en la necesidad de poner de manifiesto que las exposiciones universales actúan como 'elementos transformadores' de las ciudades. 'Para nuestra BIE es esencial que el éxito de una exposición no es sólo ésta en sí, sino el uso que se ha hecho después', subrayó Noghes, para quien el décimo aniversario es una 'ocasión excepcional' para mostrar la rentabilización del evento.
Monteseirín se mostró convencido de que 'ni dentro ni fuera de España' se conoce lo que ha significado la Expo para Sevilla y Andalucía. 'Me consuela algo que el presidente del BIE diga que suele ocurrirle lo mismo a las sedes de otras exposiciones', afirmó el alcalde. 'En España aún hay muchos que piensan que aquí están creciendo los jaramagos, y parte de culpa la tenemos los responsables políticos', se lamentó.
Monteseirín aseguró que el apoyo del BIE es un 'estímulo' para los responsables de la conmemoración, y se mostró convencido de que va a servir para que otras instituciones y empresas se decidan a apoyar el evento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2001