La Junta de Andalucía emprenderá conversaciones en los próximos días con los responsables de las industrias tabaqueras para negociar su responsabilidad en los gastos sanitarios derivados del consumo de tabaco. El consejero de Salud hizo este anuncio ayer y afirmó que ha pedido formalmente a la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, una política común en esta materia.
El consejero aseguró que la promesa del presidente Chaves en su investidura de pedir indemnizaciones a la industria tabaquera por los gastos médicos ocasionados por enfermedades producidas por el tabaco es una 'política de primer orden' para el Ejecutivo andaluz. Vallejo explicó que en estos momentos se están terminando de evaluar los costes hospitalarios y, en general, de tipo asistencial que se producen anualmente para llevar esos datos a la reunión con las tabaqueras.
La Junta es partidaria de una política global contra el consumo de tabaco que la Unión Europea (UE) está llevando a cabo. 'No puede ser que este plan sea responsabilidad de la UE y de las comunidades autónomas, mientras el Gobierno de la nación se queda enmedio. No puede esconder la cabeza', declaró el consejero, quien informó de que esta propuesta ya fue formulada en la reunión del Consejo Interterritorial y recibió una respuesta negativa. 'No me hizo caso', declaró en referencia a la ministra el consejero andaluz, que partició ayer en el décimo foro de Atención Farmacéutica que se celebra en Granada.
En este encuentro, Vallejo se refirió a la política de farmacia que tiene previsto desarrollar la Consejería. En presencia del presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Pedro Capilla, calificó como 'inconvenientes', 'ciertos privilegios de los que gozan los farmacéuticos' en la actualidad, como el mínimo riesgo mercantil que corren con esos negocios, que tienen el 'monopolio de los medicamentos'.
El consejero se mostró contrario a la liberalización total de las farmacias, porque esta medida 'generaría inflación en la oferta', de modo que se incentivaría el consumo de medicamentos y a la vez, no habría garantías de dispensación en determinadas zonas. Sin embargo, propuso cambios en el sistema actual, con el objetivo de 'compensar los privilegios' y ayudar a reducir el gasto público en medicamentos. Para ello, expuso Vallejo, sería necesario que los beneficios de las farmacias no se obtuvieran de las comisiones por el precio de los medicamentos, sino por el número de ventas, para evitar que se dispensen prioritariamente productos más caros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2001