Si fuera por la profusión de bebés que se vio ayer tarde en el recinto de Festimad, en El Soto de Móstoles, se podría decir que el futuro de este encuentro multitudinario con la cultura independiente mundial está más que garantizado. Muchos padres primerizos asiduos a todas las ediciones anteriores no podían faltar a la de este año, máxime cuando hacía dos que no se celebraba.
Si otros años Festimad se había saldado con casi 120 grupos, esta vez no pasarán de 70 entre ayer y hoy. Eso hizo que no se produjeran aglomeraciones en los caminos que conducían de los dos grandes escenarios al mercadillo, o a la zona de comidas o wáteres, otros años tan concurridas.
Festimad 2001, patrocinado por Metrosur, contempla algunas otras diferencias. La mayoría de los asistentes siguen aún perteneciendo a esa tribu de jóvenes que se excede en el piercing y el tatuaje, pero como la moda ya viene de lejos, esta vez había menos puestos que se dedicaran a perforar y dibujar las pieles de los asistentes. A cambio, en la zona del mercadillo, junto a los puestos habituales de moda, de venta de camisetas, de ONGs, de fanzines o discográficas independientes, este año destacaban las montadas por los portales de Internet que exploran el mercado juvenil.
Las 'Supernenas'
Ayer abrió las puertas además más pronto que otros años, con lo que el goteo de chavales pertrechados con el equipo suficiente para pasar dos noches al relente -mochilas, tiendas de campaña y sacos al hombro- eliminó las largas colas de otras ediciones.
En los mercadillos fueron las camisetas de las Supernenas, una serie de dibujos animados televisiva seguida por público muy joven, las que más éxito tuvieron. Si no las más vendidas, sí las que provocaron más curiosidad entre los que cotilleaban los puestos entre las actuaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2001