Los soportes públicos madrileños -autobuses, marquesinas, cabinas telefónicas o paneles de información municipal- seguirán anunciando el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas. Al menos, por ahora. Una propuesta presentada ayer por Óscar Iglesias, portavoz del grupo parlamentario PSOE-Progresistas, en la Comisión de la Juventud de la Asamblea, fue rechazada con la fuerza de los nueve votos con que cuentan los populares (contra los siete de PSOE-Progresistas e Izquierda Unida).
El diputado socialista había presentado una proposición no de ley para instar al Gobierno regional a prohibir la publicidad de tabaco y alcohol en soportes de propiedad pública. Los populares, a través de su portavoz en la citada comisión, Margarita Lozano, argumentaron que, aun estando de acuerdo en luchar contra el consumo de estos productos, no era el 'momento' para prohibir su publicidad, y que, de igual forma, habría que proscribir los anuncios de automóviles que causan miles de muertos.
Iglesias, que, con igual fortuna, ya había presentado en dos ocasiones anteriores esta misma propuesta, acusó al Ejecutivo regional de ser 'el Gobierno de las grandes marcas' -citó conocidos productos de bebidas y tabaco- y lamentó que tanto la Administración regional como la central prefirieran ganar dinero 'con drogas, aunque sean legales'. 'Los jóvenes', dijo Iglesias, 'reciben la información sobre estos productos en clave exclusivamente publicitaria'.
En opinión del diputado socialista, tanto el Gobierno regional como el de la nación 'están actuando en esta materia con absoluta negligencia'. Su propuesta fue apoyada por Julio Setién, de Izquierda Unida, que defendió el derecho de los ciudadanos a consumir estos productos, pero que, también, recordó el derecho de las administraciones públicas a prohibir la publicidad y todo lo que anime a los jóvenes al 'uso inmoderado de alcohol'.
Una chapuza
La representante del PP en la Comisión de la Juventud tachó de 'chapuza' la iniciativa de Iglesias y afirmó que esa forma de actuar ya había terminado. 'Ojalá', añadió, 'que prohibiendo la publicidad se acabara con el problema del alcohol en los jóvenes, pero no es así'.
La parlamentaria popular dijo también que la eficacia de una medida semejante sería muy limitada. 'De nada serviría que en Madrid se prohibiera la publicidad de alcohol y tabaco en soportes públicos, si en otras comunidades se mantiene esa posibilidad'.
Iglesias había esgrimido, para dar fuerza a sus argumentos, una normativa de la Unión Europea que prohibía la publicidad o patrocinio del tabaco. Sin embargo, la portavoz popular le hizo ver que esa directiva a la que se refería el socialista había sido anulada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el pasado mes de octubre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2001