Tiene fama de duro desde una entrada que le hizo a Juninho en un partido amistoso de hace unos años. Pero es mucho más completo de lo que dice su estereotipo. Poderoso físicamente y de una técnica aceptable, Albelda, de 23 años, encuentra sitio en cualquier equipo que se precie. Es un jugador de club, un tipo con carácter. No se arruga nunca. Nacido en La Pobla Llarga, es, junto a Palop, el único de la plantilla que habla en valenciano. Destacó en la selección olímpica que ganó la plata en los Juegos de Sydney. Los fichajes de Baraja y Deschamps no han frenado su progresión. Disputó los 180 minutos de la eliminatoria de semifinales ante el Leeds. Tiene novia y su hermano juega en el Gandía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de mayo de 2001