Tiene 23 años y orejas de soplillo. El curso pasado fue uno de los más decisivos del Valencia: lo enchufaba todo, tanto si jugaba de interior derecho como de delantero. Esta temporada lo ha pasado mal. La arrancó con una lesión que no le dejó rendir en Sydney -falló un penalti decisivo en la final-, y la prosiguió sin éxito en la temporada -también erró el penalti de Guadix que expulsó al Valencia de la Copa del Rey-. Ahora parece recuperado, pero lejos de su mejor forma. Fue campeón de Europa sub 21 en Rumanía en el 98. Pese a ser asturiano, le gusta chapurrear el valenciano. Se considera un hombre de la cantera de Paterna, donde llegó, con 18 años, con un cambio de residencia procedente del Sporting. El ex presidente del Valencia, Francisco Roig, le prometió al chico un empleo para su padre, que estaba en el paro. Roig no cumplió su promesa, pero ya no le hace falta: gana 150 millones limpios por temporada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de mayo de 2001