Los datos conocidos ayer sobre la evolución de la economía alemana ofrecieron un panorama desalentador, pues todos ellos confirmaron que el enfriamiento sigue su curso en presencia de una inflación creciente.
Con todo, las bolsas tuvieron un comportamiento relativamente moderado, debido a la ausencia de nervios por parte de los vendedores. Las órdenes llegan al mercado en forma pausada y los compradores no tienen más que elegir el momento y el precio. De todo ello sale ganando el nivel de la contratación, que ayer ascendió hasta los 405.090 millones de pesetas, 2.434,64 millones de euros, en el Mercado Continuo. El 28% de esa cantidad procedía de operaciones institucionales, pero aun así la cifra es de las más altas de las últimas semanas.
El índice de la Bolsa de Madrid terminó cediendo el 0,63% y el Ibex 35 el 0,53%, gracias a la relativa estabilidad de los grandes valores del mercado.
Los problemas derivados de la trayectoria de la principal economía de la UE se concentraron en la cotización del euro que, con un cambio oficial de 0,8685 dólares, caía hasta el mínimo anual y a última hora de la tarde llegaba hasta 0,8633, con lo que un dólar pasaba a costar 192,67 pesetas.
En el mercado secundario de deuda, los precios también cayeron hasta los mínimos anuales, llevando la rentabilidad de la emisión a 10 años hasta el 5,41%, el nivel más alto de este ejercicio, como consecuencia de la retirada de los inversores extranjeros por la pérdida de valor de los activos denominados en euros frente a la moneda estadounidense.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de mayo de 2001