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La sorpresa de los colombianos

El convenio de inmigración entre España y Colombia ha sorprendido, por positivo, a los propios colombianos. Desde que comenzaron las negociaciones el pasado febrero, uno de los puntos que más rechazo causaba entre los colectivos sociales era la falta de soluciones para los inmigrantes irregulares que ya se encontraban en España. Sin embargo, la firma del convenio se ha completado con un compromiso del Gobierno español de aplicar el artículo 31.4 de la Ley de Extranjería -regularización por motivos humanitarios y de arraigo- para los sin papeles colombianos en España.

El embajador colombiano en España, Carlos Julio Ardila, ha confirmado que el problema de la bolsa de irregulares existente -que las ONG y el Gobierno colombiano cifran entre 60.000 y 80.000 personas- fue un punto importante de las reuniones previas a la firma del acuerdo y que, 'aunque al principio el Ejecutivo español era reacio, desde hace un par de meses ya empezamos a ver una actitud positiva por su parte'. Aunque la regularización por motivos humanitarios de los sin papeles no forma parte del convenio, Arcila cree que el Gobierno español 'está actuando con buena voluntad', por lo que opina que la regularización será generalizada.

Yolanda Villavicencio, de la Asociación América-España Solidaridad y Cooperación (Aesco), afirma que 'esta regularización no estaba al inicio de la negociación y ha sido introducida por la presión social'. En cuanto a su valor, para Villavicencio 'debería explicarse mejor a quién afectará', pero cree que es buena porque 'los colombianos somos merecedores de que se nos apliquen las razones humanitarias, ya que en Colombia existe un conflicto interno y un gran problema de desempleo que fuerzan a la población a emigrar'. Pedro Arias, de la asociación colombiana Acoma, también considera el convenio 'muy positivo, y especialmente la regularización de los sin papeles que ya están en España'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de mayo de 2001