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TEATRO

Un camarero y un peluquero consorte se suman a la cartelera

Un camarero con vocación de sociólogo mordaz y un peluquero consorte enamorado de sus recuerdos se han sumado al tablón teatral madrileño. El camarero ha asentado su bar de copas en el teatro Triángulo (sábados y domingos, a las 20.30) y allí, tras la barra, disecciona a la fauna que tiene por clientela. 'Unos tipos feos, gordos, horteras o viejos van desgranando sus ilusiones, sus ocultos deseos y sus torpezas' -describen los programadores- ante el 'confesionario/púlpito', o sea, la barra. Y el sirvecopas los parodia, les lanza una mirada 'jocosa, cruel, carente de compasión', hasta que, al final, se da cuenta de que sufren, son dignos e incluso 'heroicos supervivientes'. Sascha Montenegro es el autor del texto y da vida a todos los tipos que desfilan por el bareto, incluido el camarero.

El teatro Galileo presta las tablas (hasta el 7 de junio) a El marido de la peluquera, un individuo tranquilo y solitario que recuerda más que vive. Es 'un hombre marcado por el ayer, deseoso de querer y ser querido, que se aferra al pasado que le dio, por un momento, aquello que quiso desde niño: vivir en un sueño de sensualidad, rodeado de olores y emociones que vuelvan su vida una dulce balsa', según la compañía En-salle.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de mayo de 2001