Confesarse ha dejado de ser un problema, al menos para los turistas extranjeros que recalen en la provincia de Málaga. Los susodichos sólo tendrán que responder 19 preguntas en su propia lengua para obtener la absolución de sus pecados, que no es poca cosa, y todo gracias a la iniciativa del obispado de la capital malagueña, que ha editado unos folletos en cuatro idiomas diferentes para dispensar el sacramento de la penitencia. El cuestionario, estratégicamente colocado en los confesonarios, va de esta guisa: '¿He escandalizado gravemente con palabras o acciones? ¿Ayudo a los más pobres, débiles, ancianos o inmigrantes? ¿En mi trabajo soy honesto y cumplo con mi deber? ¿He dado a mis empleados el salario justo?'. Pero la cosa no queda ahí. El responsable de la celestial idea y párroco de la iglesia de Nueva Andalucía de Marbella, Manuel Torres, ha impartido misas en inglés y alemán en su parroquia y ha publicado folletos en seis idiomas para seguir la celebración de la eucaristía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de mayo de 2001