Los sindicatos y la dirección de Marks & Spencer alcanzaron ayer un acuerdo para rescindir los contratos de sus 786 empleados españoles dos meses después de que los grandes almacenes británicos anunciaran el próximo cierre de sus 38 tiendas en Europa continental y el despido de más de 4.400 trabajadores. La empresa ha accedido a indemnizar a la plantilla con 46 días por año trabajado con un tope de 42 mensualidades y una antigüedad limitada al 31 de agosto que viene, según indicaron representantes de los empleados.
El acuerdo, que todavía tiene que ser votado en asamblea por los trabajadores, recoge el principal objetivo de la plantilla: su recolocación en caso de que la firma venda sus tiendas españolas. Marks & Spencer se compromete a comunicarles el nombre del comprador de forma inmediata.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de mayo de 2001