Sí, se va. O al menos eso dice Diez Minutos, que cita fuentes cercanas a Cayetano de Alba. Y se va porque en México está Genoveva Casanova, la madre de sus gemelos, y él no puede vivir sin ella. Ya saben que el amor hace cruzar fronteras, y el hijo de la duquesa de Alba ya ha dicho a la Federación Española de Hípica que no competirá en España. Y seguimos con el tema de Eva Sannum, porque Semana afirma que la relación entre ella y el príncipe Felipe se enfría: la pareja se ha distanciado y lleva un mes sin verse. Y hablando de príncipes... no hay nada mejor que una boda real para ver cómo están cambiando las nuevas generaciones de príncipes herederos. Miren si no la boda del benjamín -es decir, Constantino- de los reyes de Holanda. Se ven caras nuevas, como Máxima Zorreguieta, ya saben, la joven argentina cuyo padre tiene un pasado político vinculado a la dictadura argentina, que se casará el 2 de febrero con el príncipe Guillermo de Holanda, y Mette-Marit, la joven noruega, madre de un hijo, que se casa el 25 de agosto con el príncipe heredero de Noruega y que ya ha estrenado balcón real (desde donde saludan al respetable). El que no se casa ni a tiros es Alberto de Mónaco. Los monegascos, que vibran mucho con estas cosas, andan un poco deprimidos, porque les han dicho que no, que no hay tu tía, y que Alberto no tiene pensado casarse con la modelo Tasha de Vasconcelos. Su gozo en un pozo. No se desesperen. Siempre pueden ocurrir milagros.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de mayo de 2001