La concentración silenciosa convocada por la Universidad del País Vasco (UPV) para condenar ayer el atentado frustrado, la víspera, contra uno de sus guardas jurados se convirtió ayer en un acto de rechazo también al asesinato de Santiago Oleaga. Cientos de universitarios, incluidos los rectores de la UPV y de Deusto, guardaron 15 minutos de silencio en rechazo a ETA en los campus. La Ertzaintza precisó ayer que la bomba contra el guarda jurado contenía medio kilo de dinamita Tytadine.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de mayo de 2001