No tiene nada de casual ni gratuito el interés que suelen despertar los artistas ancianos. Saben de la vida y, si poseen talento para sacar conclusiones, su lección no tiene desperdicio. Véase el caso de Jimmy Scott. El cantante estadounidense cumplirá el próximo mes de julio 76 años y obviamente su voz ya no tiene el timbre aniñado de cuando mostraba el camino a cantantes hoy mil veces más célebres que él. Tanto mejor: el tiempo le ha enseñado a masticar el drama sin recursos ventajistas y a envolver en celofanes de ternura las historias de las canciones para protegerlas de significados falsos. Huesudo y frágil, incluso algo consumido, este superviviente de culto demostró en la sala Clamores que su pecho sigue rebosante de música. Abría los brazos y las palabras le brotaban con candor primaveral; cerraba los puños y las frases se replegaban como heridas por un mal recuerdo. Se notaba que estaba diciendo toda la verdad: cualquier juez le hubiera creído a pies juntillas.
Cuanto más lentas eran las baladas, más convincente sonaba su declaración; al borde de la quietud absoluta, su voz parecía un hilo de araña soportando toneladas de sentimientos contrapuestos. En esa dimensión poética, la amargura competía con la esperanza y el dolor con el deseo ferviente de perdonar. El público compartió el mensaje y, a pesar de que en ocasiones rasgó la atmósfera de las canciones con aplausos poco oportunos, supo involucrarse de lleno en la ceremonia.
Premio también para el repertorio, integrado por perlas como Blue skies, All the way, How deep is the ocean o I cried for you, y para los acompañantes, en especial para Michael Kanan, que tocó el piano como si estuviera anudando un pañuelo de seda. Cuando ya en la propina final se quedó a solas con el cantante en la estremecedora Everybody's somebody's fool, un título que Scott lleva en su repertorio desde que lo grabase con la orquesta de Lionel Hampton en 1950, se pudo comprobar que la voz de la experiencia no es tópico ni chanza cuando se aplica a un artista íntegro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de mayo de 2001