Dos jueces de Barcelona han conmutado las penas de un año de prisión impuestas a un hombre que maltrataba a su esposa a cambio de que se someta a un tratamiento médico durante dos años para que deje la bebida. En este tiempo se le realizarán controles de alcoholemia y si reincide será encarcelado. La decisión ha sido adoptada conjuntamente por los jueces de lo penal de Barcelona Dolors Balibrea y Santiago Vidal, quienes por una cuestión de azar juzgaron el mismo día a Manuel C. M., acusado de agredir a su mujer en años diferentes. Ambos jueces han impuesto la misma pena de cárcel al acusado y han acordado en la sentencia esa medida alternativa.
El auto judicial de Santiago Vidal cree que la violencia que ejerce el hombre contra la mujer es fruto de su alcoholismo y de ahí que considere más eficaz someterlo a un tratamiento que enviarlo a la cárcel, teniendo en cuenta que la función teórica de la prisión es lograr la reinserción social y la rehabilitación del preso.
Curiosamente, el domicilio que tiene fijado el hombre para que se le notifiquen las resoluciones judiciales se encuentra en un bar de Barcelona. Santiago Vidal ha comunicado personalmente al acusado la decisión judicial y le ha advertido del riesgo de que reincida en su alcoholismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de mayo de 2001